Boda Jardín Botánico

Desde las hermosas calles de Málaga hasta el Jardín Botánico, llega esta preciosa historia de amor. Nos encontramos en la iglesia de la Esperanza, donde Marina y Andrés se dieron el "sí" en una emotiva ceremonia religiosa.

Andrés finalmente eligió un gran apartamento en el bullicioso centro de la ciudad para sus preparativos. Al llegar a la calle peatonal, nos sorprendió encontrar un pequeño mercadillo lleno de tesoros hechos a mano. ¡Me encanta Málaga! Cada rincón siempre esconde algo nuevo.

Mientras tanto, en el elegante Hotel Palacio Solecio, Marina nos esperaba para comenzar con sus preparativos. Digo que nos esperaba porque, por primera vez en toda mi carrera como fotógrafo, llegué unos minutos tarde... Tengo que decir que no fue culpa nuestra. A pesar de haber llegado con suficiente antelación, nos vimos atrapados en el completo parking de la plaza de la Merced. No podíamos volver atrás ni avanzar... pero fueron solo unos minutos.

La ceremonia fue religiosa en la iglesia de la Esperanza. Es una iglesia emblemática aquí en Málaga. Según lo que he podido investigar en internet, durante la Guerra Civil Española, se produjo un bombardeo que dañó significativamente la iglesia. Sin embargo, tanto la imagen del Cristo de la Esperanza como la Virgen de los Dolores se mantuvieron prácticamente intactas. Este hecho fue considerado un verdadero milagro y aumentó aún más la devoción y la fe hacia estas imágenes sagradas.

Después de la ceremonia, la magia alcanzó su punto máximo cuando nos adentramos en el Jardín Botánico de Málaga, el lugar elegido para celebrar el banquete. Al entrar, fuimos recibidos por un grupo musical que llenó el aire con su encantadora melodía. Y durante la cena, un talentoso saxofonista amenizó la velada, anunciando una animada fiesta que comenzaría al aire libre y luego se trasladaría al interior del palacio.

Tanto el cóctel como el banquete se llevaron a cabo al aire libre, rodeados de la belleza natural del jardín. Hubo un sinfín de regalos y pequeños y grandes detalles. Los discursos estaban preparados, pero también hubo improvisaciones sobre la marcha. Pequeñas y grandes historias que hicieron que esta boda fuera tan especial tanto para los novios como para cada uno de los invitados, y por qué no, también para mí... Os doy las gracias por confiar en nosotros. Ha sido un placer acompañaros en vuestro gran día. Un abrazo, Emanuele.

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