La fotografía creativa de boda, la fotografía hoy es Arte.
Por fin, la fotografía creativa de boda es considerada como una forma de arte, al igual que la pintura y escultura. En una era de imágenes y en un mundo virtual paralelo a la realidad, la fotografía ha encontrado su hueco entre las artes contemporáneas, allí donde la idea que está detrás de la fotografía asume un significados más importantes, incluso más que los tecnicismos de la propria obra de arte.
La idea de la obra prevalece sobre sus aspectos formales.
La finalidad última de la fotografía, y en particular de la fotografía artística de boda es trasmitir, plantearnos unas serie de preguntas y hacernos reflexionar, más allá de la simple belleza de la imagen en si. Una fotografía sin un planteamiento previo inicial, sin una finalidad y un significado concreto está destinada a ser rápidamente olvidada por el observador en una sociedad que nos bombardeas de imágenes a diario y nos ha acostumbrado a mirar pero nos ha expropiado de la «Capacidad de Observar» para y fijarnos y entender plenamente el significado de las cosas.
Experimentación en la fotografía creativa de Boda
Empecé a trabajar como fotógrafo de boda con la convicción de poder acercar la Fotografía Artística a la Fotografía de Boda.
La fotografía de Boda hoy en día sigue los mismos planteamiento de la fotografía artística. El habilidad de un fotógrafo se podría medir con su capacidad de trasmitir emociones por medio de sus imágenes. En un mundo donde las cameras digitales son al alcance de todos, lo que marca la diferencia entre un aficionado y un profesional encuentra su fundamento en una conciencia previa en cada toma. En la capacidad de anticipación de los acontecimientos y en la búsqueda de «la composición» de una imagen, capaz de resaltar la belleza y los sentimientos legados a ese momento. La fotografía creativa de boda busca eso, salir de lo preestablecido para buscar un punto de vista diferente, la capacidad de contar historias. Entrar lo extraordinario en el ordinario.
El día de la boda es uno de los día más importante en la vida de unos novios. Un día lleno de emociones y sentimientos, nervios y alegrías… la fotografía creativa de boda es una herramienta poderosa capaz de atrapar estos momentos únicos y irrepetibles. Mi forma de vivir la fotografía, y en particular la fotografía de boda, es fuertemente influenciada de mis trabajos anteriores. Se alimenta de la búsqueda de la mera esencia de las cosas, un juego de luz y sombra que resalta líneas y formas. La predilección del blanco y negro para mis fotografías está vinculada a una visión minimista de las cosas. Busco retratar las personas de una forma creativa, aislándola en algunos casos de su contexto para acentuar sus gestos, una mirada una actitud capaz de atraer mi atención. Muchas veces en fotografía «Meno es Más» y me gusta acercar esta idea a la fotografía de boda.
Cada fotógrafo es influenciado de sus experiencias, vivencias y sentimientos personales. La fotografía objetiva no existe! Hasta el fotoperiodista de boda más puro no podrá ser completamente objetivo a la hora de contar la historia del día de tu boda. Siempre hay una parte de subjetividad que influencia la toma, la composición, el uso de la luz y sombra para crear la escena. Creo que para comprender mi forma de trabajar, y de vivir la fotografía creativa de boda es necesario que os enseñe lo que personalmente me influencia a la hora de tomar una fotografía y para ellos me gustaría compartir mi último proyecto personal del título «Bodyline».
Mi último proyecto de fotografía artística
El proyecto Bodyline pretende descontextualizar el cuerpo femenino en su representación más minimistas. El cuerpo es un espacio en si mismo que privado de su identidad pasa a ser un objeto que se define por su masa, líneas, volumen y formas…. Parte de mi labor como fotógrafo de boda es inspirado a este tipo de trabajo. Me gusta jugar con la luz y las sombras, resaltar volúmenes y curvas en un juego de luz y sombra que carga la imagen de belleza y sensualidad.
La evolución de la fotografía de boda
Estoy convencido que la fotografía de boda está cambiando. Cada vez más los novios buscan algo diferente y innovador. Una fotografía creativa lejana de lo que ha sido por muchos años una fotografía tradicional, estática, encajonada en un estereotipo clásico de poses forzadas y antinaturales. Cada boda debe ser algo diferente, especial y único. Un momento de creatividad y de experimentación, inspirado por los momentos más emotivos de un día memorable y capaz de regalar imágenes únicas y diferente, saliendo de guiones y esquema mentales rígido que matan a la creatividad.
Entiendo perfectamente que la fotografía de boda está llena de fotografías formales, tomas obligatoria que los novios quieren tener y que hago, aun así mis mejores resultados lo consigo cuando mis clientes confían plenamente en mi trabajo y dejan libre mi creatividad. Ser fotógrafo de boda únicamente puede ser exitoso manteniendo viva la pasión por la fotografía. La fotografía es un arte, y no se puede poner barreras y límites a la creatividad de un artista. Estoy encantado cuando encuentro parejas que confían plenamente en mi trabajo y me dejan margen suficiente para que pueda expresarme libremente para contar de la mejor forma el día de su boda.